El próximo 17 de noviembre van a cumplirse tres años desde que Humberto Toledo Espinoza (Búfalo Dit) publicara su primer trabajo solista en larga duración: El Hijo De La Gran Búfala. Si bien la carrera de este emcee tiene sus orígenes muchos años antes de efectuarse dicho lanzamiento, ante el reconocimiento popular se podría considerar a éste como su gran punto de inflexión. Fue desde entonces que el rapero y publicista de Independencia se posicionó en la recomendación constante y fresca, manteniendo actividad y presencia en escenarios y colaboraciones, así como en el ojo y la reseña de los medios con la noticiosa promoción del LP. Y es que ésa era la apuesta en aquel entonces: el todo o nada. Así de determinadas se interpretaban las líneas del que no por nada se ha convertido en el trabajo más reconocido de su discografía hasta ahora, y así fue el compromiso que éste hizo consigo mismo en dicha etapa, firmado con sangre y palabra.
Texto y fotografía por Darío Gutiérrez O (a.k.a. Güissario Patiño).
Pero una vez alcanzados nuestros objetivos, ¿qué es lo que nos queda? Han pasado tres años desde aquel estreno y de este lado al menos nos queda la impresión de que Búfalo Dit logró cumplirse dentro de sus expectativas. La seguridad de un salario profesional fue el sacrificio por querer hacer de la música el objetivo del día a día. Propósito que, por muy de ensueño que parezca, muchas veces implica renunciar al sueño tranquilo cuando se debe correr al mismo ritmo que exige la máquina. Gran parte de ese proceso inicial lo compartió con su anterior sello, Fat Flava Music, desde donde agarró un poco más de impulso para reforzar la base de lo que tiene hoy. Por el lado de Búfalo, creo que está la satisfacción de mantenerse en el intento y no haber caído en él. Entró al juego y lo entendió, o más bien, lo asimiló desde una perspectiva distinta al de los años de escritura de su anterior publicación, siendo ahora el momento más idóneo para determinar de qué manera desea enfilar su barco.
¿No gusta pasar a tomar una tacita de café?
El pasado mes de agosto publicó el EP Expreso Doble, un desahogo de nueve canciones que nos descifran un poco aquellas lecturas del párrafo anterior. A diferencia de las experiencias previas, hoy Búfalo sabe que afuera existe gente atenta a sus próximos movimientos, y en respuesta sus jugadas están llenas de cuidado, como era de esperarse. El hijo de la gran es el profe de redacción creativa por excelencia. Sus barras hacen notar su obsesión por llegar a la comunicación más limpia, atractiva y fidedigna posible, haciéndolo aún sin esperar de vuelta una gran respuesta, pues hoy más que antes está convencido de que reúne los medios para hacer lo que quiera y de la forma en que quiera. Por lo mismo prefirió asumir él la responsabilidad de hacer efectivo su presente musical, lo que recae en ejemplos como en que ésta, su nueva entrega musical, debe circular y promocionarse para salir a tocarlo en distintos lugares y así conseguir las moscas que harán posible ese constante presente. Claro, eso siempre y cuando no se persigan sólo resultados de hobby, lo cual aquí no es el caso. Búfalo tiene su enfoque y confía su emprender a la calidad de su material. Así salió Expreso Doble, sin más, pues no traía consigo la intención de marcar su nombre en lo alto de las producciones nacionales, pero sí de representar aquel quiebre de su presente, soltando la mierda sin rodeos para en adelante continuar ligero y renovado. De un modo literal, el break donde se aterriza y ordena la lluvia de ideas para luego regresar recargado. En este nuevo episodio, ni Humberto ni Búfalo van con prisa. Si ayer pensaron de un modo, hoy se lo autocuestionan y abren otro. Los sorbetones de su presente van de saborear el trago reconociendo que no hay apuro por desocupar la taza.
En marzo de este año Búfalo Dit me acompañó en mi debut radial. No sé si lo que conseguimos fue una buena entrevista, pero recuerdo que resultó una conversa muy natural. Así siempre ha sido en las pocas veces que hemos compartido. Es fácil saber que con él se puede lograr ese clima, pues su música va de eso, no de respuestas ni etiquetas ni discursos, sino que de hacer de lo cotidiano una rima que acaba en la celebración de su punchline. Y el disco en su faceta más personal nos dota de esos relatos sentidos y de mucho sentido, esos que quedan, pudiendo haber prescindido fácilmente de las colaboraciones si así lo hubiese sentido. Sigo en la idea de que su mejor disco aún no lo ha hecho, pero Expreso Doble me confirma que el día en que lo haga, el responsable de la producción musical será Israel Flores, el que en otra época habría sido el perfecto tercer Primer Corte. Y bueno, lo único claro sobre el futuro de Búfalo Dit es el libro en blanco que nos insinúa esta especie de reseteo creativo y reafirmación de convicciones. Se sabe que con su grupo, Santa Cecilia SC, ya están maquinando la grabación de su primera entrega como tal: Favor Concedido, pero el proceso de creación ha sido tan largo como espontáneo, bajo ninguna pretensión, quizás algo muy influyente en la parada que hoy se encuentra, donde la magia no habita en otro lugar más que en la experiencia de vivirlo: “Correr, hermano, no está en mis planes”. Con esa premisa les comparto el recientemente estrenado vídeo clip de “Planes”, realizado por Carlos Vidal de CinemaSud, donde le acompañan DaniDocto y Alpersman de Morteros Crew. Tenía ganas de escribir sobre este EP y dicho estreno fue la excusa perfecta para no seguir postergándolo. Un poco más abajo encontrarán el podcast de Búfalo Dit en La celda de Bob, donde se dejó ver el estado mental bajo el que fue preparada esta taza de café.