#LaceldadebobEnUruguay | Pugna Records y "La voz charrúa"

#LaceldadebobEnUruguay | Pugna Records y "La voz charrúa"

Partir desde abajo en una escena de rap cuya estructura a malabares se estabiliza, como lo es el caso de Uruguay, es sin lugar a dudas una de las trabas más frecuentes para quienes quieran también arrimarse en el andamio, pero no cuentan con la mínima implementación que exige el piso del nivel que hoy se defiende. Las alternativas de exhibición son escasas, tanto en difusión como en escenarios, lo que hace más cuesta arriba la tarea de salir de aquellas anónimas buenas intenciones y hacerse de un espacio en lo que poco a poco se afirma como una escena. A pesar de dichas complejidades, existen iniciativas que acercan a estas nuevas voces a la referencia inmediata, como lo es el caso del recopilatorio “La voz charrúa”, que convoca y edita anualmente la casa de grabación Pugna Records hace ya cinco veranos. A ciencia cierta, una de las propuestas más urgentes y fundamentales si se trata ampliar el reducido círculo de practicantes de Hip Hop que hay por estos lados, por lo tanto, al saber de su existencia, se me hizo muy interesante llegar a profundizar en su causa, así que me fui directamente a Pugna a conversar con El Dar sobre ello. Ahí se me recibió como en casa.

Texto y fotografías por Darío Gutiérrez O. (a.k.a Güissario Patiño).

Juan Gines (29 años), conocido en el ambiente como El Dar, conforma junto a Pablo Vox el grupo de rap hardcore MVD Causa Crew (M.C.C). Su vida en la música se inicia tocando la batería con apenas doce años. Desde entonces se mantuvo en el ejercicio constante, pasando por algunas agrupaciones de nu metal y rap metal, como Lucha Sin  Tregua, Dr. Mokus y La Hoja Negra. Juan es también la cabeza de Pugna Estudios, una suerte de productora musical y audiovisual que ha prestado soporte a distintas iniciativas del pueblo uruguayo, entre ellas El Quinto Elemento, Clan-Destinos, URU, Charrúas Crew, Lado Sur, El Chino (de IEX), Nataniel, RCU y Aliem Rap.

Pugna Estudio: De sudor y esfuerzo.

El vacío productivo que sufrió el Hip Hop en Uruguay, cuya responsabilidad recae en la crisis económica que trajo consigo el cambio de milenio, donde varios de sus más prometedores pilares debieron abandonar el país como una desesperada medida de supervivencia, hizo que una vez avanzada la segunda mitad de aquella primera década, sean las generaciones sucesivas quienes tengan la misión de retomar y reconstruir lo que tan bien se había iniciado a fines de los noventas. Desde luego se cortaron varios eslabones indispensables de la cadena, perdiéndose etapas claves que se intentaron recuperar cuando ya se hacía más evidente la llegada de la globalización en las referencias vecinas.  Conscientes de la precariedad de las producciones musicales y audiovisuales, mismas ramas que Juan por su cuenta había cultivado por las vías académicas, validan la necesidad de crear una instancia de trabajo colectivo que perfeccione y a la vez genere una fuerza humana que haga más óptimo y expansivo su alcance. Es como de esta forma nace a fines del año 2009 los bosquejos de lo que hoy se conoce como Pugna Records.

El estudio de Pugna es un rincón acondicionado en una de las habitaciones del apartamento donde Juan vive junto a su mujer y su pequeña hija. El espacio tiene el equipamiento necesario para ser un estudio casero que se salga del promedio, entre ellos una placa de audio Focusrite Saffire Liquid 56, un micrófono Lewitt LCT 540, un teclado Novation Impulse 49 y una Maschine MK1; máquinas y herramientas que aquí pueden llegar a costar más del doble que en un país con tratados de libre comercio como Chile, lo cual es toda una inversión si se trata de Uruguay, donde el costo de la vida es proporcionalmente inverso a la realidad salarial, y la música emergente está muy lejos de ser una alternativa para aumentar los ingresos o recuperar lo desembolsado. Juan se gana la vida siendo inspector de la locomoción colectiva, por lo que me confiesa que cada pieza que conforma su estudio es fruto de sus ocho horas diarias de trabajo. Todo lo relacionado a su formación académica se canaliza en Pugna, la pasión que se permite ya saldadas las obligaciones familiares y laborales, desde donde se trabajan los constantes proyectos de M.C.C junto a su fiel cómplice Pablo Vox, se aprenden nuevas técnicas y pulen habilidades en el ámbito de la producción, se brinda soporte a trabajos externos, y, desde luego, se afinan cada año las voces del que es considerado el único recopilatorio de rap emergente salido desde Uruguay.

“Obviamente, siempre terminas dependiendo de algunas cosas de nuestro mercado. Nosotros estamos en un mercado muy chico, que genera poco rubro de consumo y de movimiento, entonces todo es autogestionado, independiente, de la manera más económica que se pueda hacer con el fin de llegar a la mayor cantidad de gente posible”

La voz charrúa:

El primer recopilatorio de “La voz charrúa” se realizó en el verano del año 2011. Se considera éste como el primer proyecto de carácter más popular salido desde Pugna Records. Como resume Pablo Vox, el plan era escarbar en la cantera para sacar a la luz lo que se encontrara, convencidos de que uniendo en una misma selección a distintas nuevas promesas, la fuerza sumaría alcance. La cualidad social de Pugna actúa desde el principio. De hecho, el nombre de “La voz charrúa” fue una de las propuestas que el mismo público aportó antes del primer lanzamiento y que terminó por elegir democráticamente desde sus plataformas.Mediante una convocatoria abierta a través de redes sociales, Pugna recopila muestras enviadas desde distintos sectores del rap uruguayo emergente, extendiéndose a otros departamentos fuera de Montevideo, que es donde se concentra principalmente la actividad rapera del país, pues poco más de la mitad de sus tres millones de habitantes viven ahí. Las condiciones para postular son simples. Básicamente ser uruguayo y que el material cuente con una calidad mínima o que dé indicios de que hay una intención por trabajar de forma seria. He ahí el criterio angular de todo el asunto:

“Desde el principio se ha sumado bastante gente. Creo que en el primer volumen eran diecisiete artistas, y fue aumentando cada año. Eso habla de que hay más gente trabajando bien, ya que el proyecto es más selectivo a nivel de calidad. En “La voz charrúa 4” hay mucho rap cristiano, por ejemplo. Son temas que te pueden gustar o no, que puedes estar de acuerdo o no, pero que han demostrado que están laburando bien y su rap está sonando. La idea es nutrirnos entre todos los artistas que conformemos “La voz charrúa”, entonces las puertas están abiertas para todos, con un par de puntos que se especifican, porque es necesario tener un estándar de calidad. No puedes pretender que alguien te escuche si lo que les estás haciendo llegar suena mal y no tiene un mensaje claro. Quieras o no, hacer esto nos lleva un laburo, entonces la idea es que el trabajo final esté bueno para todos los que participan. Si hay algo que desentona, le quita mérito al trabajo de todos los demás. De todas formas siempre se intenta hacer una devolución por la misma vía a los postulante, y así poder explicarles los motivos por los que a lo mejor no fueron seleccionados”
Si bien Pugna Estudios reúne las herramientas necesarias para producir y grabar las distintas colaboraciones que integran estos recopilatorios, el trabajo que propone con “La voz charrúa”  se enfoca más bien en la post-producción de éstas, por eso se es tan riguroso en aquel filtro inicial. El rap en Uruguay aún está en la fase en que se permite descargar instrumentales de internet si existen ganas de grabarse unas líneas. Enganchar un buen beatmaker no es una cosa tan sencilla como revisar el inicio del Soundcloud y tener a disposición un centenar de ofertas hambrientas por un emcee que les clave sus versos encima, entonces, más allá de la originalidad o frescura que pueda tener la canción, los parámetros de medición apuestan por cuidar un hilo de calidad que se mantenga a lo largo del contenido.

Una vez pasada la fase coladero y ya recibidos todos los archivos y sesiones de audio, El Dar hace su trabajo desde Pugna y deja a estas nuevas voces sonando uniforme. Con cuatro ediciones a su haber, “La voz charrúa” se ha vuelto un clásico de todos los veranos, siendo la producción que pone el puntapié inicial y, entre líneas, insinúa el catalogo de nuevos artistas que estarán tomando protagonismo durante los meses venideros, por lo tanto se intenta que sus estrenos sean siempre atractivos, ya que es la fase en la que todavía puede estar sobre el proyecto y así concentrarse el resto del año en sus asuntos personales.

“En el segundo recopilatorio se hizo una votación para elegir la mejor canción. El premio era la realización de un vídeo. Hubo una historia con esa experiencia, porque el grupo ganador se peleó y se separó, entonces no se les hizo el vídeo, pero se les dio la opción al segundo más votado, que fue Mati Maldonauta. El objetivo de la premiación fue incentivar que exista un mejor trabajo, brindarle la opción a un exponente emergente de tener un vídeo clip y en cierta forma que se sienta parte de un formato de promoción más al nivel. En este caso, Mati Maldonauta ya venía trabajando de forma seria hace un tiempo, no era alguien tan nuevo como 0-Klibre, que fue el grupo que se disolvió, pero de igual forma se les reconoció con el vídeo clip. El parámetro de ser la mejor canción es algo que escoge el mismo público. Nosotros (M.C.C) hemos participado en algunas versiones de “La voz charrúa”, pero obviamente no somos parte de esas votaciones”

La difusión del recopilatorio “La voz charrúa” corre por parte de El Quinto Elemento, la única plataforma encargada de promover artistas de Hip Hop dentro de Uruguay. Siendo una web independiente, hecha desde el Hip Hop mismo, se hace difícil proyectar a los nuevos protagonistas charrúas en vitrinas que estén fuera de la burbuja hermética que es el Hip Hop, pero por ahora El Dar reconoce que el proyecto aún se perfila para empoderarse desde el interior de la cultura, es decir, invitar a las nuevas voces a combinarse con algunas más establecidas y hacer más amplia y rica la movida uruguaya. Pese a que ya han existido solicitudes desde el extranjero por participar, el carácter del recopilatorio es nacional, por lo que tampoco se tiene como foco que éste pueda expandirse hacia más países. Al menos no mientras no se consiga el principal objetivo, que es abrir puertas en una escena uruguaya que aún cojea en aspectos específicos. Y bueno, no es que se descarte la presencia internacional como una regla totalitaria, sólo que ésta debe ser parte de una creación que salga de un artista charrúa.

“La idea es poder mostrar a los artistas de aquí, en un colectivo en que estamos todos juntos y somos los que estamos. Ése es el objetivo. Pasó que, por ejemplo, un artista de Argentina, al enterarse que ser uruguayo era un requisito excluyente, se contactó con un artista de acá e hicieron una colaboración. Eso ya es una victoria de “La Voz charrúa”, como también pasa que hay gente que llega a “La voz charrúa” por nosotros, por ejemplo, pero termina escuchando al Mati Maldonauta y empieza a buscar su música. O que llegaron en el primer recopilatorio por una colaboración de Santi Mostaffá, pero terminaron escuchando a El Chino o a Charrúas Crew y les queda gustando ese rap. En la letra fría puede que quede esa sensación de ser algo muy cerrado, pero no es así. A nivel nacional participó gente de cuatro departamentos en la última edición. La idea es que vayas a ese disco y puedes escuchar un poco de todo lo que pasa en Uruguay, no sólo en Montevideo, que es donde está centralizado. De ahí para adelante podés seguir por el lado que quieras. Es un disco donde te puedes encontrar a artistas que hacen muchos tipos de rap”
Sobre la difusión del trabajo, los gestores están convencidos de que la descarga gratuita a través de internet es y será el conducto más viable para su salida. Repartir entre una veintena de artistas las pocas ganancias que pueda dejar una edición de discos físicos, sería ilógico. Tampoco recurrir a algún tipo de financiamiento a través de fondos externos, pues como aseguran, siempre que entra la guita en el medio, quema todo y genera desconfianzas. Pugna defiende con recelo su origen y causa popular, pero no desde el discurso, más bien desde aquella visión socialista que practican, que está innata en su formación valórica. Conocen la realidad uruguaya, conocen además la idiosincrasia del rapero en Uruguay, por ende mantienen la claridad de que la única ganancia que les dejarán los proyectos de Pugna será la satisfacción y oportunidad de enriquecerse gracias al trabajo colectivo con diversos artistas.

“Aquí no hay un público que consuma. El público quiere pagar $50 por la entrada (un poco más de $1.000 chilenos) y tomar cerveza por $30 ($700 chilenos aproximadamente), por lo tanto, no se van a comprar un disco o es muy difícil que se compren una remera. La mayor parte del público está en una franja etaria en que el 60%, sin temor a equivocarme, vive con los padres. Lo cual no está mal, no es que lo esté criticando, pero te quiero decir que no tienen una independencia económica, no pueden disponer de guita para comprarse discos, remeras o libros. Pugna Records quiere apoyar a esa gente, que tienen sus canciones, que tienen ganas de crear, y que a través de “La voz charrúa” pueden integrarse junto a un montón de gente que está en la misma. Ahí pueden cruzarse e interactuar, compartir el público que trae cada uno. Ha participado Contra Las Cuerdas, Santi Mostaffá, SH13 o Charrúas Crew, que son grupos más establecidos que están re-activos, como también bandas más clásicas que tienen contacto directo con lo que era la vieja escuela, como Lado Sur o la Viky. De hecho, “La voz charrúa 4” salió en homenaje a Fernando Portela, uno de los integrantes de Lado Sur que falleció en un accidente automovilístico. Eso tuvo una linda respuesta de la familia. El intercambio con esas personas fue algo de lo más lindo que me ha tocado vivir”

Lo que queda ahora para Pugna Records y “La voz charrúa” es mantener los brazos en alto y seguir planificando durante el verano la quinta entrega, por supuesto que con hambre de conocer nuevas voces y comprobar que la calidad es progresiva al paso de los años. El siguiente nivel será entrelazar éste a otros proyectos colectivos que ya se van gestando en Uruguay, no dormirse en los laureles, sino fomentar la unidad y el enriquecimiento de una cultura que se compensa a sí misma con más cultura, por y para el pueblo.
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